Inclusión Educativa y Juego en la Primer Infancia
“El juego es
patrimonio privilegiado de la Infancia y uno de sus derechos inalienables,
pero, además, es una necesidad que la escuela debe no solo respetar sino,
también, favorecer a partir de variadas situaciones que posibiliten su
despliegue” (Ana Malajovich, 2000)
El artículo 31 de la Convención
Internacional sobre los Derechos del Niño establece el derecho al juego. El
punto uno determina lo siguiente:
“El
derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y las
actividades recreativas propias de su edad…”.
Este derecho es el más específico de la Infancia ya que, si bien los
seres humanos conservamos, en mayor o menor medida, la capacidad de jugar, es
en la Infancia donde el juego se despliega al mismo tiempo que la Infancia
misma. María Teresa González Cuberes (2003), destaca que la confianza en sí
mismos nace del hacer, vivir y compartir con otrxs, es por ello que, el juego constituye su pilar fundamental.
Destaco, pues, la importancia de ofrecer en el aula múltiples propuestas
lúdicas, que favorezcan la interacción y el aprendizaje colaborativo (“Aprender
con otrxs y de otrxs”) ya que ellas promueven, cuando cada docente las ajusta a
las necesidades de todxs y cada uno de los niñxs, una educación más inclusiva y de
calidad… una Educación para TODXS.
Lic. Marcela C. Salas